Ante todo, entiendo que para la gente de Cádiz el que le cierren el puente es una gran putada. Pero las recurrentes imágenes del puente Carranza cortado por barricadas con currantes con el mono a un lado y antidisturbios al otro lado, tienen un nosequé.
Trites imágenes de todas formas, porque normalmente no vale para nada, es la pataleta del obrero cuando se queda sin trabajo, ya que te van a joder por lo menos que te dejen quemar un par de contenedores de basura.
Para mí tienen un punto romántico, de algo condenado a la extinción, no me imagino a un grupo de administrativos o de informáticos tirando cascotes contra la policía. Últimamente ni siquiera me imagino una movilización masiva que no tenga como objeto el fútbol o algún asunto de similar trascendencia social.
