jueves, marzo 31, 2005

Otro poco

Siguiendo con el tema de las dobles caras.
Cierran Madrid Rock por la bajada de ventas debido a la piratería. Torete malo dice: qué cabrones, si los discos que venden ahí no los tienen en el top-manta, si según el comité de empresa cubren todos los años los objetivos, si aunque están saldando los discos siguen recibiendo las novedades,... Torete más malo dice: vamos a Madrid Rock a ver si pillamos discos baratos.
Esta mañana en las noticias de Telecinco he visto un pequeño reportaje de Jon Sistiaga sobre una feria de armamento en Abu Dhabi. Una vendedora de bombas de racimo explica impasible que las suyas son las mejores porque son las más dañinas para las personas. Como si vendiera un vaporetto.

martes, marzo 29, 2005

Ha muerto el Papa

Todo el mundo preocupado por la salud de Juan Pablo II y mientras tanto se ha elevado a los cielos el Papa Clemente, ejemplo bizarro de Papa ibérico donde los haya, a cuyo chiringuito dedicaron Siniestro Total una canción en sus años mozos.
Si el merchandising católico ya es de por sí kitsch, imaginaros lo que puede ser encontrar en esas gasolineras de España una figurita de Clemente de esta guisa.

Un poco de demagogia

¿Es demagogia denunciar las prácticas de la multinacionales mientras te quedas sentadito consumiendo sus productos? A lo mejor cuando se trata de la vida de la gente la respuesta es no. Pero tampoco me hagais mucho caso, por la cuenta que os trae.

miércoles, marzo 23, 2005

Wilco 21-03-2005

Entrada concierto de Wilco: 24 leuros
Copas varias: 15 leuros
Ver a Manu haciendo brigatadas: no tiene precio

Y ahora os dejo con la crónica del concierto escrita por Fer, que es el que realmente sabe. Los demás escuchamos este tipo de música para hacernos los interesantes y que se pique Miguel.

La noche del 21 de abril de 2005 fuimos testigos del maravilloso recital que ofreció Wilco en la sala Aqualung de Madrid. El relato de tamaña experiencia, protagonizada por Dr. Brigato, Super Doc, Sir Hannofer (que en tan señalado encuentro dejaron atrás sus diferencias históricas) y Lord Rufus Saint-Marie, hermano del aristócrata maligno, sucede así:
Comenzamos nuestra feliz peripecia disfrutando de un brugal-cola en el mítico Chiquito bar, en cuyo dueño se inspiró el insigne humorista para dar forma a su conocido personaje. Con algo de retraso hizo su aparición estelar Volkschencho, diletante sibarita de las artes más delicadas y sugerentes, acompañado de uno de sus colegas. El moderno bakaleta nos puso al día de todos aquellos aspectos novedosos que han acontecido en su vertiginoso vivir.



Una vez saciados nuestros hígados, y tras despedirnos de Volkschencho y de su ínclito escudero, llegamos al paseo de la Ermita del Santo, donde asistimos con asombro a la expectación inusitada que había provocado la banda norteamericana, reflejada en una larga cola de público hasta llegar a las puertas del local, y que se confirmó con un Aqualung repleto como jamás lo habíamos visto en nuestras anteriores visitas.
Como suele ser habitual, tras cruzar el umbral de la entrada nuestros ojos fijaron su atención en el puesto de camisetas del grupo, pero al instante sobrevino la desilusión cuando comprobamos que los diseños distaban mucho de convencernos, a lo que debíamos sumar que los precios amenazaban ostensiblemente nuestras humildes cuentas corrientes.



Tras una rápida visita al baño, ocupamos nuestro lugar en la barra para solicitar al pibón dos minis de ron gavanes, uno con cola y otro con limón. Cumplido lo primordial nos dispusimos a disfrutar de la fina degustación que se nos avecinaba con la actuación de The Sunday Drivers, que sin duda demostraron un gran nivel a medida que desarrollaban su cancionero hasta ponerle fin interpretando la grandísima Little Heart Attacks, donde incluso gran parte del público coreaba el consabido la la la la que pone fin a la canción. En el momento de la despedida, Jero se atrevió a confesar que tenían ganas de finalizar su actuación para disfrutar cuanto antes de la actuación principal de la noche.
Y sin ninguna demora Wilco ocupó el escenario. En su primera visita a Madrid, los 6 miembros del grupo, recibidos con gran entusiasmo por una audiencia entregada de antemano, se colocaron en formación: guitarra, bajo, batería y piano, con Jeff Tweedy a la voz y a la guitarra, y un sexto miembro que, en función de las necesidades de la canción, tocaba el sintetizador, la pandereta y las maracas, o bien sumaba una tercera guitarra al poderío eléctrico de la banda.



Comenzaron el concierto con la belleza pop de Handshake drugs, que se iba deslizando suavemente mientras se tornaba más y más agreste hasta convertirse en un delirio sónico evocador de sentimientos confusos, oscuridad, marginalidad. El momento cumbre de la noche no tardó en llegar, cuando tocaron la preciosa, intimista, delicada y desgarradora At least that’s what you said, un instante repleto de magia, con toda la banda impregnando de pasión una canción única. Destacaron también la belleza de las canciones War on war, Company on my back y Jesús, etc., de sus dos últimas obras.
Resulta desconcertante cómo una banda que ha logrado facturar discos de la valía de Being there o Summerteeth (en menor medida), puede permitirse el lujo de pasar de puntillas sobre ellos sin que se echen de menos sus canciones en el setlist.
En el ambiente flotaba la espera impaciente de una de sus canciones más arriesgadas, donde se adentran definitivamente en el rock alternativo, y en la que no queda ya ningún resto de la banda alt-country que fue en sus inicios Wilco; de este modo atacaron Spiders (Kidsmoke) ante el delirio del público, que celebraba profusamente cada vez que se producía la ruptura provocada por las cortantes guitarras sobre la base rítmica displicinada y monótona dispuesta por bajo y batería.
Jeff Tweedy se mostró muy poco comunicativo en la primera parte del concierto, aunque consiguió perder su timidez inicial a medida que se desarrollaba el concierto. Tal y como ya habíamos visto hacer a Moby en el Festival de Benicassim 2003, pidió disculpas al público por el gobierno de su país, justo antes de entonar el Ashes of American flags, y después interactuó con el público durante una jovial Kingpin en la que pedía al público que gritase un sonoro y potente “AAAAAAHHHHHHHHH”.



El tramo final del concierto encadenó las canciones más alegres y festivas de toda la noche con Outtasite (outta mind) y Monday a la cabeza, hasta que llegó el punto final a una noche irrepetible con Passenger side.
Ayer tuvimos la posibilidad de contemplar una banda sólida, en estado de gracia, con unos instrumentistas fuera de serie, donde destacaba especialmente la mala bestia que era el batería, la elegancia del pianista y las continuas lecciones maestras que el guitarra solista nos ofrecía en cada nota. Si a esto le añadimos la personalidad de Jeff Tweedy, con su voz rota y firme, suave y crispada, que entonaba un repertorio de canciones único, que sonaron con una potencia altísima sin que ningún sonido se acoplase a otro, logrando una claridad cristalina en cada instrumento, faceta en la cual también se debe otorgar su parcela de responsabilidad a la sala Aqualung, sin lugar a dudas la que mejor sonido ofrece en toda la capital de largo.
En la noche de ayer abandonamos el recinto con la certeza de que habíamos disfrutado del mejor concierto en lo que va de año, y con la sospecha de que acabábamos de ser testigos de uno de los mejores conciertos de toda nuestra vida.

Muchas gracias a FerStu (Stu de estupendo) por tan magna colaboración a esta humilde bitácora.

jueves, marzo 17, 2005

Ya está aquí

Ha vuelto a casa el Brigato, pero haciendo trizas nuestras predicciones no ha llegado El Juicio Final. Pero no deja de ser curioso que pasen estas cosas.

lunes, marzo 14, 2005

Cooper 11-03-2005

Antes de pasar a comentar un poco el concierto me gustaría hacer una de mis reflexiones de todo a cien. Precisamente un año y un día antes de este concierto, acudí a otro convencido por Fer y Manu. Me hacía el remolón diciendo que el día siguiente tenía que trabajar. Y el concierto estuvo genial. Y eso hizo que aquel jueves fuera tarde a trabajar, y que cuando pasó lo que pasó estuviera saliendo de la ducha en vez de estar dirigiéndome a los andenes 1 y 2, como hacía todos los días.



Y ahora vamos con el concierto de Cooper. Basicamente cojonudo, los años se notan en las canas y en la manera de tocar. Salí del concierto sin echar de menos ninguna canción (ese Bad Time). Pedí que tocaran Oxidado y me dijeron que era la que acababan de tocar. Entonces pedí Pinball Wizard, y me dijeron que no era suya. El Potemkin nos ofreció un sonido lamentable, como no podía ser de otro modo. Eso, unido a la caterva de modernillos que inunda Salamanca y que fueron al concierto porque es lo que toca y lo que es guay, hizo que no disfrutara tanto del concierto como prometía.



Y aquí toca una pequeña definición de este especimen: niño/a pijo/a que ha cambiado el barbour y los nauticos por las Puma y los Miss Sixty y ha ido al mismo estilista que The Strokes, fumador de porros y oyente de Radio 3, que de mayor quiere ser como Manu Chao o Najwa Nimri y que terminará de abogado en la empresa de papá, el cual se permite el lujo de mirarte por encima del hombro y considerarte un facha porque vas vestido más o menos normal.



Pues desgraciadamente la mitad de la sala estaba ocupada por estos infraseres, que se dedicaron a hablar en corrillos, llegando al extremo de escucharse más el murmullo de las conversaciones que la voz de Alejandro, lo cual hizo que mis ganas de matar fueran aumentando. Lo bueno fue que en cuanto terminó el concierto se marchó todo el mundo y nos firmó el single que regalan en la gira y un par de carteles.



Pues eso, que la actuación en sí fue muy muy buena y que estoy dispuesto a repetir. Y para terminar os dejo una foto para que veais el artista que llevo dentro.

viernes, marzo 11, 2005



De esto han hablado poco

miércoles, marzo 09, 2005

Quedan siete días

"Treinta días después de que Chaskaíto cobre forma de mujer, se producirá el Advenimiento del Brigato. Un ser procedente del África ancestral, mitad hombre mitad pájaro, que devorará a vuestros hijos y no dejará señal de tráfico sobre la faz de la tierra." Apocalipsis P-2.



La primera señal di-vi-na se produjo el pasado catorce de febrero... ¡¡¡HUID!!!

lunes, marzo 07, 2005

miércoles, marzo 02, 2005

Piratería

No me resisto a poner este enlace a un artículo que ya tiene su tiempo y leí en su día, y que me parece que es bastante esclarecedor. Y tampoco puedo evitar poner esta foto, tomada prestada de aquí.



Porque no creo yo que toda la música la tengan en el top manta.

martes, marzo 01, 2005

¿Realmente nos importa?

Ha través de Malaprensa he tenido que darme cuenta de algo que es evidente pero que desgraciadamente ya no nos llama la atención. Como todo español que se precie, al llegar al trabajo lo primero que hago al encender el ordenador es leer los periódicos. Y efectivamente en todos y cada uno de ellos era más importante la ceremonia de los Oscar que el último atentado en Irak. 125 muertos, por ahora.