Increíble. Condenan a una bibliotecaria en Italia por prestar un libro. Lo mejor de todo es que el libro formaba parte de un listado de obras recomendadas por el Ministerio de Asuntos Sociales italiano.
Se ha hecho la luz. Esa imagen de arpía con moño y eterna cara de mala leche ha sido, es y será una fachada para que nadie sospeche que su verdadera función es corromper menores. Menos mal que a veces también servimos para otras cosas.
¿Hasta qué punto es responsable el bibliotecario de la temática del fondo? ¿Me podré negar, llegado el caso, a comprar el último disco de Bustamante porque me parece inmoral, aunque tenga encima de la mesa treinta mil desideratas pidiéndolo? ¿Llegará el día en que haya cuartuchos separados con libros prohibidos como sucedía en los videoclubs con las películas porno? ¿No deberían alegrarse los padres de la niña de que lea y no esté en el parque haciendo un botellón?
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2 comentarios:
Es que los padres pretenden que los profesores y lo bibliotecarios eduquen al "ser humano" que han parido y probablemente no se hayan molestado en leerse el libro para saber lo que pasa por la cabeza de su nena. En unos años acabaremos como en Fahrenheit 451 y Bukowski será prohibido o al menos sus títulos "La máquina de follar" o "Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones" porque no creo que pasen de la portada.
http://www.charlesbukowski.cjb.net/
Yo soy un gran defensor de Bukowsky. Era un provocador en potencia y sus narraciones son potentes, incisivas, ... El que no pase de la portada es un asno.
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